Opinión Euskadi: El Estado español ilegaliza a Batasuna Andalucía Libre El 26 de Agosto de 2002 el Congreso de los Diputados español aprobó iniciar la ilegalización de Batasuna. Ese mismo día, el Juez Baltasar Garzón suspendió de forma inmediata la legalidad de Batasuna. A partir de esta coincidencia, casual o coordinada, una fuerza política con 200.000 votos, más del 10%; miles de militantes; diputados, alcaldes... quedó remitida a la clandestinidad. Sus locales han sido clausurados, sus bienes y cuentas corrientes embargadas. No puede convocar actos o manifestaciones, ni directa ni indirectamente. Sus grupos parlamentarios actuales, limitados en acción y con peligro de disolución; su web amenazada.Ya se anuncian iniciativas para encausar y detener a sus sucesivas direcciones. La Ley, hecha a medida para ilegalizar Batasuna, la hace extensiva a cualquier otra formación política nacional -o incluso local- que se entienda su sucesora y a sus precedentes HB y EH, impidiéndole concurrir a todo tipo de elecciones; convirtiendo con ello en social y políticamente fraudulentos todos los futuros resultados electorales que puedan producirse en Euskadi bajo esas condiciones de excepción. Cuando la democracia deja traslucir la dictadura Aún prevista, la ilegalización de Batasuna es un acto de fuerza antidemocrático del Estado español de enorme trascendencia y repercusión política, tanto en Euskadi como en el conjunto de naciones del Estado y por tanto en Andalucía. El 26 de Agosto de 2002 cierra una etapa y abre otra de imprevisible desarrollo. Ayudado por la estrategia suicida y las acciones irracionales de ETA, el Gobierno español postfranquista del PP (con el PSOE a su cola) no ha dudado en dar un paso inscrito en su proyecto de reespañolización; sin arredrarse ante las contradicciones e incoherencias que conlleva su decisión con el mismo discurso ideológico legitimador de la democracia parlamentaria. Como si se extrajera de un manual, ha podido comprobarse como el Gobierno manda, los jueces actúan como su prolongación y complemento y el parlamento sirve como un teatro. No estamos en el fascismo, pero eso no significa que no vivamos bajo una dictadura soterrada y sutil, en forma de democracia homologada, perfectamente funcional a los intereses dominantes, que sólo permite la organización, la discrepancia y la resistencia en tanto su control sobre ellas sea lo suficientemente efectivo como para que no resulte un riesgo al Estado español. El franquismo nació con un golpe militar del Ejercito de la II República española, gracias a la colaboración de buena parte de su aparato de estado, heredado a su vez de la Monarquía borbónica. Y la Monarquía parlamentaria actual, surgió de las mismas entrañas del franquismo. Aquí no hubo ni un amago de Nüremberg o de depuración; ni siquiera se concedió como sustitutivo una mísera Comisión de la Verdad. En el momento clave, los reformistas (PCE) se encargaron de facilitar el transito para procurarse un lugar al sol y luego -ya con la desigualdad de fuerzas instaurada y la continuidad asegurada- se establecieron los restringidos y leoninos márgenes de juego. Y el orden español vigente dejó de remitirse como legitimación al 18 de Julio para hacerlo a la Constitución. Y los antidemocratas y chauvinistas españoles que niegan un principio democrático elemental como el de la autodeterminación se travistieron de democratas. Entre fascismo y democracia -según se entienden al uso- hay profundas diferencias, desde luego, pero también notorias concomitancias. Las democracias toman medidas fascistas cuando interesa (guerras de agresión, ilegalizaciones, prohibición de prensa); el fascismo no necesariamente ha de instaurarse en contra de las llamadas instituciones democráticas o incluso del mismo parlamento, sino que incluso historicamente solio imponerse a su amparo y con su aval (Italia, 1922; Alemania, 1933; Francia, 1940) o incluso coexistio duraderamente con el parlamento (Hungría, años 30). Y si no es expresamente el fascismo, las democracias llegado el caso pueden, gracias a la amenaza de unos cuantos centuriones insubordinados, dar cortésmente el paso a un régimen democrático fuerte (Francia, 1958) que -aunque mantenga elecciones- reinstaure el control. Las democracias colonialistas han podido asesinar a mansalva en Marruecos, Argelia, India, Indochina; bombardear impunemente, antes con cañoneras y ahora con B-52 y misiles. Impolutos regímenes democráticos se han dedicado a infiltrar y destrozar organizaciones populares mientras recurrían al fraude (EEUU) o a prohibir fuerzas políticas molestas (Francia, 1939-1970; RFA, 1956) o a dividir países pese a otros parlamentos incómodos (Gran Bretaña a Irlanda, 1921) o a usar el terrorismo de estado (SAC, BVE-GAL, SAS). La democracia puede ser muy dictatorial si se necesita y sin dejar por ello de ser democracia. Por eso es igualmente estúpido tanto asumir sus reglas (que no es lo mismo que usarlas o acatarlas, provisionalmente) o creerse su discurso, como no tenerlas en cuenta a unas y a otro, a la hora de actuar. Por eso son tan políticamente criminales los que pretenden creerse que es posible realmente cambiar algo y llegar a la ruptura mediante la no-violencia como estrategia -convirtiendo la cobardía en ética- como quienes convierten a su impotencia en impaciencia, pretenden ganarle al Estado jugando en su plano y con sus armas y olvidan que medios y fines forman una unidad dialectica. Sabiendo siempre también que una cosa es esta democracia y otras bien distintas la democracia y el pluralismo imprescindibles en las organizaciones populares y después de la victoria y la independencia. La ilegalización de Batasuna -vía Ley de Partidos y vía las sucesivas actuaciones del ambicioso Juez Garzón- es una medida destinada a Euskadi, pero que afecta a todas las naciones del Estado -y especialmente a la izquierda nacionalista, la única que preocupa al Estado- como amenaza y recordatorio. El Estado español está diciendo: si dejas de ser marginal y te haces lo suficientemente fuerte, cuenta con que intentaremos aplastarte. Una vez que para ser considerado terrorista no es necesario ni robar, ni matar, ni secuestrar, ni colaborar directamente a la ejecución de estos actos, sino que basta compartir ideas y organizarse políticamente en forma y manera que a criterio del Estado español se forme parte del proyecto terrorista, la veda esta abierta y que se ejecute o no queda a discrección y conveniencia del Estado. El Art. 9 de la nueva Ley de partidos es tan versátil y omnicomprensivo como el Art. 58 del Código Penal soviético de 1926 con el que Stalin amparó sus purgas. El Estado español está recordando con esta Ley y con las actuaciones de Garzón que una vez que falle el fomento y protección de las organizaciones españolas (de derecha o de izquierda), los dineros, el monopolio informativo, la ley electoral...; una vez que sean insuficientes las listas negras, la precariedad, el paro... siempre quedara el contundente uso del Derecho democrático. El Gobierno español del PP ha impuesto además el voto en el Parlamento de la ilegalización al objeto de forzar un retrato y una corresponsabilización por parte del resto de fuerzas políticas, lo que no ha dejado de resulta especialmente incomodo para quienes -como CiU o IU- preferían en principio no ensuciarse las manos y dejarle la tarea al aparato judicial. Cuando se dispone del Poder real y este es irresponsable por permanente, no hay que tener miedo al ridículo o a la incoherencia formal y si no véase: la ilegalización de Batasuna como colectivo se argumenta aduciendo que Batasuna forma parte de ETA -que es tan ETA como la misma ETA- y sin embargo no parece que, de momento, el Estado español esté dispuesto a detener inmediata y sistemáticamente a todos esos miles de militantes de Batasuna que, según su tesis, por serlo son de ETA o aún más, a esas decenas de miles que, por votar Batasuna, habría de entenderse que apoyan y por tanto colaboran con ETA. Tate. El Estado español -que es democrático y está en Europa- no quiere llenar los estadios de San Mames o Anoeta con presos; prefiere tener vía libre para pescar a su arbitrio a aquellos que considere oportuno en cada momento. No para afectar a la actividad de ETA, es obvio, sino para impedir o al menos dificultar la acción política de la izquierda abertzale civil. Hay que recordar, además, que el Estado español hoy ya dispone de abundantes resortes desde el Código Penal, las sucesivas leyes antiterroristas, de seguridad ciudadana, la LSSI, etc hasta las aparentemente inocuas ordenanzas municipales de limpieza u ocupación de vía pública, para reducir al mínimo si se quiere la actividad política, sindical y social; acogotándola a multas y detenciones. Que la situación social y la correlación de fuerzas haya hecho innecesario en general hasta ahora -por ejemplo en nuestra Nación- el uso de este arsenal no significa que no este ahí a la espera, validado por el parlamento, dispuesto a ser utilizado para que los islotes democráticos en esta democracia española sean reducidos, en el pleno sentido físico de la palabra, a la virtualidad. Contexto profundo y coyuntura. Todavía en 1995 el mismo Aznar decía que la hipotética ilegalización de la izquierda abertzale era inútil para acabar con el terrorismo vasco y que había otras prioridades. La Tregua de ETA de 1998-99 y el Pacto de Lizarra-Garazi, alteraron forzosamente los planes iniciales de Aznar. Nunca hubo desde 1975 hasta entonces en las cúpulas del PP, PSOE y PCE mayor preocupación y nerviosismo por el cariz que tomaban los acontecimientos. ETA entonces no mataba, pero el tono del discurso españolista no por ello se atenuó, antes al contrario. No había terrorismo pero el nacionalismo español estaba mucho más inquieto que cuando ETA actuaba. Sin el recurso a la critica de la violencia y con el discurso democrático claramente del otro lado, al Estado español sólo le quedaba recurrir en la propaganda a espantajos de presunta limpieza étnica y a la amenaza de la fuerza contra las instituciones vascas. El boicoteo de la tregua desde Madrid fue exitoso gracias a la torpeza y prepotencia de ETA y a la duplicidad y cobardía del PNV. El Gobierno extrajo las enseñanzas debidas del trago pasado y se dedicó a elaborar un diseño político hecho exprofeso para intentar evitar la reedición del periodo de Lizarra-Garazi. Un eje del proyecto gubernamental español era la neutralización y supresión políticas del independentismo socialista vasco. Suprimir a Batasuna para impedir cualquier posibilidad de acuerdo con el PNV; para favorecer la hegemonía en la izquierda abertzale de los sectores más militaristas y para facilitar con su ausencia forzada, primero el acoso y luego la toma por las fuerzas españolistas de las instituciones vascongadas gracias a mayorías fraudulentas. Los antiguos franquistas e hijos del franquismo que nutren el PP -aún están frescas las declaraciones ultraespañolistas de Mayor Oreja diciendo que Euskadi no existe- tienen claro -más que el mismo nacionalismo vasco- el riesgo que supone Euskadi para la unidad y preservación del Estado español y consecuentemente para el orden social que lo sostiene y al que ampara y no están dispuestos a negociar nada que no asegure -aunque sea en condición de privilegio- la continuidad vasca en el Estado español. Estratégicamente, quieren colocar un dique a unas aguas que si caen en Euskadi saben que también lo harán a continuación en Cataluña y luego ya de forma incontenible aquí o allá; hasta llevar a España al basurero de la historia, a reunirse con el Imperio otomano o el austrohungaro. De ahí que no quepa extrañarse de que no estén dispuestos a detenerse ante nada ni ante nadie. A este objeto, el bloque PP-PSOE ha pretendido descubrir ahora que entre ETA y Batasuna existe una relación política, como si no fuera un hecho sobradamente conocido y obvia su existencia desde siempre y como si esa misma relación no hubiera sido usada y tenida en cuenta en innumerables ocasiones por unos y otros. Durante años era ETA quien exigía ser el interlocutor del Estado español (y de ahí las negociaciones de Argel con el Gobierno PSOE) y eran los españolistas los que decían que sólo hablarían, en su caso y sin terrorismo actuando, con la izquierda abertzale civil. La relación política existente entre ETA y Batasuna deriva de la misma historia de Euskadi y de la izquierda abertzale y es también notorio que no se asienta en vínculos operativos (que siempre han sido perseguidos y castigados penalmente) sino en la comunidad -conflictiva y paulatinamente más plural- de objetivos políticos e ideología y en la condición de expresión política compartida de un sector social realmente existente en Euskadi. En esta etapa, la degradación política, ética y militar de ETA ha servido altamente para facilitar la consumación de los objetivos del Gobierno y el Estado español. Progresivamente aislada dentro de Euskadi; recurriendo al terror indiscriminado de hecho fuera de Euskadi (hemos tenido ejemplos en Andalucía de ello) sin la menor consideración política con ninguna otra nación del Estado; baste recordar como botón de muestra -una vez ya aprobada la Ley de partidos- el ultimo y reciente atentado de Santa Pola (Países Catalanes). La colocación de una bomba junto a una Casa-Cuartel de la Guardia Civil tuvo como resultado la muerte de una niña de 6 años, hija de un guardia civil, y la de una persona mayor que esperaba el autobús en una parada cercana. El comunicado en el que ETA reivindicaba y justificaba la acción (ver enlace) aparte de rellenarlo con la sutil amenaza a todos los partidos que no votaran NO a la ilegalización de Batasuna, decía que no era responsable de que las familias de guardias civiles vivieran en casas-cuartel y que quien no quisiera arriesgarse a ser coste colateral de ETA que no se acercara a lo que ETA considera sus objetivos (una larga lista, ciertamente). Esta declaración evidenciaba nuevamente que la responsabilidad de estos asesinatos no podía adjudicarse meramente a la fatalidad o a la chapucería militar últimamente dominantes en ETA, sino que derivaba directamente del autismo y empobrecimiento políticos, del egocentrismo, la irracionalidad y la perdida de criterios éticos dominantes en la dirección de ETA. El comunicado de Batasuna (ver enlace) en relación al atentado de ETA, de otra parte, donde lamenta los hechos pero no los critica, muestra como la renuencia a romper explícitamente con una estrategia agotada ha contribuido enormemente y de forma decisiva a facilitarle políticamente la faena al Estado español. Este curso, gestado en años, explica que el Estado español (tras haberse dedicado con empeño a asociar ETA y Batasuna) haya podido dar el salto que implica la Ley de partidos, justificándose tras ETA cuando su objetivo político real era Batasuna, sin temor a tener que responder a una reacción solidaria significativa fuera de Euskadi. La ilegalización de Batasuna ha tenido de momento en Euskadi una respuesta movilizadora moderada. Cabe considerar que se piense en el medio más que en el corto plazo, aparte de las nuevas dificultades que conlleva la clandestinidad. Tanto política como socialmente la mayoría de Euskadi -a diferencia de lo que ocurre en el resto del Estado español- está contra la ilegalización. Con todo, la prohibición no ha dejado de provocar sus efectos. El PNV sigue con sus dos almas de toda la vida a cuestas -la independentista de fin de semana o de milenio y la autonomista negociante de los días de labor- pero que opte ahora por la vía de la reforma estatutaria en lugar de por la asunción unilateral de competencias usurpadas denota que los michelines(1) ganan grasa. Que haya sido la policía autónoma a su mando la encargada de clausurar las sedes de Batasuna es un signo posible de que en Lakua(2) no descartaban que La Moncloa estuviera esperando un pase foral(3) para quitarles el mando de la Ertzantza(4), pero al margen de estas u otras presunciones no deja de ser un acto de sometimiento impresentable a Madrid. De las otras dos fuerzas representadas en el Gobierno, cabe destacar que EA ha organizado por su parte una concentración de protesta contra la ilegalización en Guernica y que junto a declaraciones de fe independentista, ha difundido criticas recias al Juez Garzón. Queda por ver qué hechos sucederán a estas palabras. EB-IU, de una parte ha vuelto a tener que reproducir su espectáculo habitual: defender el no a la ilegalización en Euskadi pero entender que su central española a la hora de la verdad realice una abstención cómplice en Madrid. También ha terminado plegándose a la presión de sus mandos en Madrid a la hora de rectificar la propuesta de someter a voto en el Parlamento vascongado un recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Partidos, reconvirtiéndola en lo propio pero desde el Gobierno vasco, para evitar una contaminante coincidencia de voto con Batasuna. Ahora bien, la propuesta carroñera sobre el nuevo modelo federal (ver enlace) como nuevo Abrazo de Vergara(5) esa sí parece ser de cosecha vasca, aunque más que una pretendida solución sea una auténtica distorsion. Lo que ni PNV ni EA ni IU-EB han dicho es que, a partir de considerar previamente trucadas las próximas elecciones, no comparecerán en esos comicios, salvo que Batasuna (o su herencia) pueda presentarse. Eso no. ELA -primer sindicato de Euskadi y que con LAB tiene mayoría nacional- en un interesante comunicado (ver enlace) se posiciona afirmando que «un proceso soberanista no avanzará sin confrontación con el Estado español, aunque ello suponga hacer frente a la amenaza de retirada de las esferas de poder 'otorgadas' por Madrid'», criticando al Gobierno PNV-EA-IU por «dar preferencia a la obediencia debida sobre la defensa de los derechos y libertades y el cumplimiento de la voluntad de la ciudadanía a la que representan lo que es, no sólo un error democrático, sino también un suicidio político». Para ELA, el acatamiento de las órdenes recibidas desde Madrid «degradan y erosionan la condición de órganos políticos de las instituciones vascas y las reduce a eslabones de una cadena administrativa». Batasuna -o mejor dicho las personas que actúan como referencia de ese sector político- mantiene en público de momento un discurso optimista y voluntarista y se muestra especialmente sensible en la preocupación por preservar su electorado y evitar que haya fugas hacia PNV y EA. La mejor noticia que podría provenir de Euskadi en esta coyuntura, la que cambiaria automáticamente el escenario político y la más temida en Madrid porque transmutaria la defensiva en ofensiva políticas -una declaración de tregua indefinida por parte de ETA- es, a fecha de hoy, poco previsible.(6) Notas: (1).Michelines, se usa -recordando la imagen de marca del muñeco de los neumáticos Michelín- en referencia a los anillos de grasa en las caderas y políticamente en Euskadi a partir de una expresión del líder del PNV Arzalluz en los que con esta palabra definía a los sectores acomodados y acomodaticios de su propio partido, prestos a pactar con Madrid y a dedicarse a los negocios. (2). Lakua, sede del Gobierno vasco. (3)Pase foral, procedimiento tradicional en el Antiguo Régimen cuando llegaban a las provincias vascas leyes de la Corona española para avalar o para acatar pero no cumplir. (4)Ertzantza, Policia autónoma vasca (5)Abrazo de Vergara, pacto con el que termino la Guerra carlista (siglo XIX) entre liberales y absolutistas. (6)Sobre el proceso de ilegalización , ver ANDALUCIA LIBRE nº 115, 118, 126 (Archivo de Boletines) o Sobre Euskadi RETRATOS PARLAMENTARIOS Las fuerzas políticas ante la ilegalización de Batasuna Andalucía Libre Momentos trascendentales como la votación parlamentaria para ilegalizar Batasuna y los posicionamientos previos (ver enlace) definen bien a cada fuerza política. Votaron a favor 295, PP-PSOE, Partido Andalucista y Coalición Canaria. Se abstuvieron 29, Convergencia y Unió; Chunta Aragonesista, Bloque Nacionalista Gallego e Izquierda Unida. Votaron en contra 10, Partido Nacionalista Vasco, Eusko Alkartasuna, Esquerra Republicana de Catalunya e Iniciativa per Catalunya-Verds. De quienes votaron a favor, no vamos a ocuparnos de los españolistas expresos y confesos. De los regionalistas canarios (nuevamente representados en la tribuna por J.C. Mauricio, antiguo secretario general del PCE en Canarias) sólo apuntar que en cada ocasión que se le escucha, sorprende su capacidad para revalidar y elevar niveles de cinismo y reaccionarismo que difícilmente parecen superables. Hay quien dice que el portavoz del insularismo canario suele explicar con su verbo desenvuelto mejor la política del PP que el propio PP. Para observadores ajenos no deja de resultar llamativa la armonía discursiva resultante de una síntesis en donde se mezcla la experiencia de un exestalinista renegado con el manejo de una banda de tránsfugas de la UCD. Escuchar a Mauricio defender que no hay presunto nacionalismo valido más que dentro de la defensa de España, porque eso es lo moderno, no tiene desperdicio. A anotar su cuidado de la imagen en televisión, puesto de manifiesto cuando al cruzarse en la escalera con Anasagasti (PNV) siendo canario, se hizo el sueco descaradamente para no responder al saludo del vasco. José Núñez, diputado del PA y candidato a la alcaldía de Sevilla, por contra, al explicar su alineamiento contra los derechos democráticos y detrás de las fuerzas españolistas volvió a demostrar que la oratoria no es lo suyo. Que nuevamente hubiéramos de escuchar como se usaba el nombre de Andalucía, para hacer españolismo por parte de un partido llamado andalucista producía no se sabe si más pena que asco o más indignación que hartura. Sería parcial sólo decir que el PA volvió a juntarse con quienes les aseguran las poltronas, los sueldos y los negocios en la Junta y en los Ayuntamientos. Siendo esto seguramente una razón de entidad -como cuando apoyaron últimamente la invasión de Afganistán, la expedición colonialista española en el Perejil o antes el mismo Pacto españolista PP-PSOE- hay que considerar también el peso de la historia y que esta fuerza siempre ha confundido interesadamente su presunta versión del nacionalismo andaluz con el españolismo alienante y paralizador del agravio comparativo y siempre se ha manifestado incapaz de hacer avanzar un milímetro la conciencia nacional andaluza. Y es que si a los del PP si se les rasca les sale el discurso joseantoniano, a los del PA les sale un híbrido entre PP-PSOE; puede que por tanto rebotado de por ahí refugiado en sus filas o porque el grueso de sus mentores -Rojas Marcos, Arredonda, De los Santos, Uruñuela...- iban de jóvenes para esto y se quedaron en una cosa como el PA. Para colmo de cutrez y servilismo y para ser más españolistas que los españolistas, el PA anda indignado ahora porque PSOE-PP no le dejan -de momento- someter a voto en el Parlamento andaluz una resolución de apoyo a la ilegalización de Batasuna. Así les va y así nos va a Andalucía con semejantes piezas. De los abstencionistas, CiU -que había votado a favor de la ley- se explicoteo en términos jurídicos, dando consejos de cómo es aconsejable ponerse guantes antes de meter las manos en la mierda, de como hubiera sido mejor dejar que los jueces se ganasen el sueldo, de los riesgos no fuera a ser que, por casualidad, algún Tribunal internacional de esos tan inútiles que hay por Europa le diera por ponerse proteston y lo mal que iba a quedar entonces la democracia española, toda pringada ella... En fin, el partido de Pujol hizo de su abstención un sí, pero, buscando no perder demasiados puntos en Cataluña ni a un lado ni a otro y mantener abiertas sus tradicionales relaciones con el PNV. Del BNG -que había votado NO a la Ley y ahora se pasaba a la abstención- decir que escuchándole parecía que su sitio precisamente estaba donde votaba: a medio camino entre Labordeta, el PCE-IU y CiU. Apoyo al proceso judicial; Galicia ante todo (o lo que es lo mismo, no vamos a pagar costes por asuntos ajenos), temor ante la presión mediática, etc. Triste discurso para un diputado -Rodríguez- que ya de por si desprende tristeza y triste situación para una fuerza que pretenda algún día liberar su país -si es todavía el caso- reconocer que no se tiene valor para hacer lo debido. A Llamazares (PCE-IU) hay que agradecerle la claridad para situar a IU en su sitio -como heredera del PCE- aunque su rigor histórico sea tan escaso como abundante su desverguenza. Ahí que vino a decir que -ojo- el PCE había estado contra la el uso de la violencia hasta contra el franquismo, con lo que de un plumazo rescribió la relación del PCE con el Maquis antifranquista hasta que este fue exterminado por el Régimen mediados los años cincuenta (que por entonces el PCE combinara la lucha armada con la búsqueda de pactos políticos que prefiguraban el que después hizo en la Transición, es otro asunto). Un caluroso apoyo a Garzón (al que le falto llamarle compañero); una defensa del Pacto de Ajuria-Enea y de la Constitución española; un recordatorio dolido de los meritos adquiridos por el PCE acompañado de un llamamiento a PP-PSOE para restablecer puentes y que se les perdonara que no se sumaran a la ilegalización con banderas desplegadas, para terminar con un ejercicio de incoherencia supina al afirmar que la ley en cuestión era inconstitucional -por lo que habían votado antes que NO- pero llegado el caso de aplicarla no se oponían a que así fuera, que ese es aquí el sentido de la abstención. En resumen, un punto de encuentro (quizá sea a esto a lo que llamen tercer espacio) entre la cagalera ante el acoso mediático y el españolismo congénito; la revalida de que al PCE-IU no puede comprársele un coche usado; la pena, al recordar que sin los votos andaluces lo que quedaba del PCE-IU no aguantaba un chubasco y estos estarían pronto en su casa (o en la casa común) y un interrogante, ¿como puede alguien de izquierda y andaluz -si es consecuentemente de izquierda y nacionalmente andaluz- aguantar dentro del PCE-IU?. ¿Hacen falta más pruebas de que las formaciones españolas (o de referencia y ámbito español, si le damos al eufemismo) son esencialmente inútiles y no digamos si son como el PCE-IU?. Por cierto, su antigua sucursal y próximo referente en Cataluña -IC/Verds- tuvo la astucia, al menos, de hacer el mismo discurso casi, pero votando NO. Los vascos -PNV y EA- que votaron NO, no tuvieron su día. Lagasabaster (EA) en el poco tiempo disponible apunto algunas criticas democráticas a la ley, recordó la mayoritaria oposición política, parlamentaria y social vasca a la ley y desperdicio segundos con un llamamiento contra la crispación y por el dialogo, que no tocaba y con el que, además, no le iban a perdonar desde los bancos españolistas anteriores intervenciones más contundentes. Lo de Anasagasti (PNV), simplemente, es para leerlo (mejor escucharlo). Y es que al hombre -que se le nota que no traga a Batasuna ni en pintura- le pone de los nervios las acusaciones del PP-PSOE de que el honesto PNV son casi como ellos (aunque en este debate, al PSOE le tocaba el papel de policía bueno, por aquello de mantener los puentes) y así se adelantó un tanto inquiriendo si tras ilegalizar a Batasuna estaban pensando también en ilegalizar al PNV. La mejor intervención del día corrió de la mano de Puigcercós (ERC). Desde la legitimidad de quien no venia de la dictadura franquista (andanada al PP) ni había sido autista con el terrorismo de estado (andanada al PSOE) remarcó que lo de Euskadi era un conflicto político (como Irlanda del Norte o Córcega) que tenía que tener soluciones políticas, posicionándose hacia una salida irlandesa. Rechazó que se aplicara una ley española a una nación como la vasca que la rechaza; refirió los intereses electorales existentes tras el asunto y las motivaciones orientadas a desgastar también al Gobierno vasco y terminó constatando que ningún partido catalán, vasco o gallego había votado que sí, lo que era un favor forzado por la retórica, vistas las posturas citadas, pero al que no pudo resistirse para disociar Euskadi, Cataluña y Galicia del resto (dado que es catalán y el partido andaluz que había allí mejor que no estuviera -porque cada vez que habla sube el pan- no se le puede reprochar a priori que no tuviera en cuenta a Andalucía). Y así quedaron retratados para la historia. Nota: Batasuna boicoteo las ultimas elecciones generales españolas -------------------------------------------------------------------------------- Sobre Euskadi - Andalucía Libre Textos de analisis y opinión de ANDALUCIA LIBRE sobre Euskadi - Publicados entre 2000 y septiembre de 2002 http://www.elistas.net/lista/andalucialibre/ficheros/10 --oOo-- Nuestro sitio: http://www.eListas.net/lista/andalucialibre Tres Modalidades de suscripción: Correo Versión HTML y Web. Correo Versión sólo Texto y Web. Sólo Foro Web-Lectura en la Red. La suscripción es libre. También puedes suscribirte, enviando un correo en blanco a esta dirección: * Alta: andalucialibre-alta@eListas.net Si deseas recibir por correo el ultimo ANDALUCÍA LIBRE o también otros números anteriores, una vez suscrita tu dirección, recibirás la forma de tenerlo en tu buzón. También pueden leerse en web desde la pagina Archivo de Boletines. 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